Alguna vez te has preguntado por qué celebramos el día de las velitas o noche de velitas, este es un buen cuestionamiento que no muchos saben.
El día de las velitas es una bella tradición de índole religioso, que celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, el momento en que el Arcángel Gabriel anunció a María que fue la elegida para ser la madre de Jesús, desde antes de su nacimiento.
Esta celebración es el preámbulo del resto de celebraciones decembrinas, lo que todos saben es que se prenden velitas o faroles que van iluminando calles y casas de todos los alrededores, lo que muchos desconocen es el origen de esta tradicional fiesta. Aquí te la contaremos.
Historia de las velitas
La historia se remonta al 8 de diciembre de 1854 fecha en la cual el, Papa Pío IX proclamo, con la Bula (documento pontificio) a este día como el de la madre de Jesús frente a miles de creyentes de todo el mundo, que se encontraban en la plaza de Roma, participando de una vigilia. Allí, los creyentes encendieron velas para celebrar ese momento tan conmemorativo, agradeciendo a la mujer que llevó en su vientre a Jesús, ella no tenía pecado, ella era luz, por eso la tradición de encender velitas y faroles, en su nombre.
Desde aquel entonces la tradición se ha mantenido, sobre todo en Colombia un país donde la religión católica predomina. Cada noche del 7 y la madrugada del 8 de diciembre se encienden las luces navideñas, la velitas y los faroles y el espíritu navideño se siente con más fervor.
Estas fiestas no solo son tradicionales entre los colombianos, también atraen a turistas que se ven embelesados por la belleza de algunos lugares que en estas fechas suelen adornarse con mucha magnitud.
A María no se le atribuyen milagros, ella es una intercesora y los fieles suelen pedir y agradecer con más clamor en esta fecha, pidiendo por ellos, por sus seres queridos y por qué el año que viene traiga bienaventuranzas para todos.
El día de las velitas es una de las tradiciones más lindas y esperadas del año, reúnete con tu familia en la calidez de tu hogar, siempre guardando las medidas de seguridad. No utilices pólvora, pues solo un experto las puede manipular, cuida a tus niños y no permitas que jueguen con elementos que les puedan resultar peligrosos.