Una de las costumbres que más ha perdurado en Colombia es la cultura del ahijado y el padrino. Se trata de una tradición promovida por el bautizo católico.
Es normal andar por algún pueblo colombiano y escuchar las tradicionales frases “¡Bendición padrino!, ¡que Dios lo bendiga mijo!”. Con estas palabras, la mayoría de los ahijados saludan o se despiden de sus padrinos en ciertas regiones del país.
Esta tradición nace con el sacramento del bautismo otorgado por la iglesia católica. El bautismo es la primera celebración y fiesta social que se le programa al recién nacido. Una vez nace el niño o niña, sus padres comienzan a programar el bautizo. Para ello, buscan a los padrinos indicados, y planean la compra del vestido, el alquiler del salón donde se llevará a cabo la reunión, la comida, etc.
¿Cómo se celebra el día del ahijado?
Cada 29 de Junio, los días en que la iglesia católica ovaciona a San Pedro y San Pablo, se celebra el día del ahijado. Esta festividad ya hace parte del patrimonio cultural del país.
En estas fechas se refuerzan los votos de compromiso y cariño entre los padrinos y ahijados.
Durante estos días los padrinos acostumbran a regalar a sus ahijados una maceta llena de coloridos dulces de diversos sabores. Estos dulces simbolizan el vínculo familiar conseguido tras la celebración del sacramento del bautismo. Esta es una tradición cuyo origen es la ciudad de Cali, región azucarera del país. Esta tradición es otro motivo más para reunirse en familia y revisar con nostalgia las fotos del bautizo.
En Cali la fiesta del día del ahijado ha tomado mucha fuerza. Tanto así que ha conseguido que esta festividad sea patrimonio inmaterial de Colombia. Se trata de un motivo más para apadrinar uno que otro ahijado y visitar a la Sultana del Valle el 28 y 29 de junio. Así de paso aprovecha para saborear lo dulce y suave del producto de la caña de azúcar.
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